domingo, 20 de febrero de 2011

Historia

El príncipe Arthas Menethil nació cuatro años antes del final de la Primera Batalla. El ReyTerenas II y la Reina Lianne se pusieron muy contentos y todos en Lordaeron celebraron el nacimiento de Arthas. A la corta edad de 19 años, Arthas satisfizo las esperanzas de su padre introduciéndose en los Caballeros de la Mano de Plata. El paladin Uther "El Iluminado"se convirtió en el mentor de Arthas.

Cinco años después, Arthas y la maga Jaina Valiente comenzaron a investigar una plaga mortal. Las víctimas se convertían en guerreros no-muertos, una armada que comenzó a ser conocida como "La Plaga". Arthas y Jaina encontraron y despacharon a Kel'Thuzad, el nigromante que había esparcido la plaga. Trágicamente la ciudad de Stratholme había sido infectada, y Arthas ordenó su purga. Eventualmente, Arthas cayó sobre el Señor del Terror Mal'Ganis, quien en última instancia se había hecho responsable de la plaga. Eludiendo su captura, Mal'Ganis desafió al príncipe a una confrontación final en el continente de Rasganorte.

Después de haber aterrizado en las costas congeladas de Rasganorte, Arthas encontró a varios enanos bajo el ataque de la Plaga. El líder de los Enanos, Muradin Barbabronce, estuvo buscando la legendaria espada conocida como "Agonía de Escarcha". Ante la urgencia de Uther, el Rey Terenas mandó su palabra a Rasganorte pidiendo que Arthas y el resto de su flota regresaran a Lordaeron inmediatamente. Los soldados de Arthas se habían preparado para obedecer. Conducido por crecientes pensamientos de venganza, Arthas rechazó abandonar la caza de Mal'Ganis. En vez de eso, el príncipe contrató mercenarios para hundir sus propias embarcaciones.

Cuando las embarcaciones se quemaban, Arthas públicamente culpó a los mercenarios por la destrucción de toda la flota. Y los mercenarios fueron velozmente asesinados por los enfurecidos soldados de Arthas. Ahora atrapados en Rasganorte, Arthas y las fuerzas de Muradin lucharon para mantener alejados a los no-muertos. Mientras tanto, ambos persiguieron las pistas de la Agonía de Escarcha, la cual estaba encajada en el hielo.

Aunque la espada estaba maldita, Arthas juró pagar cualquier precio por la victoria. El hielo que encajonaba a la Agonía de Escarcha se quebró, una estaca de hielo voló y mató a Muradin. Con la espada en la mano, Arthas lideró sus tropas a la victoria, pero Mal'Ganis permaneció seguro de sí mismo. Él explicó que el Rey Exánime, el gobernante de la Plaga, había manipulado a Arthas a través de la Agonía de Escarcha. Mal'Ganis pidió al Rey Exánime que fueran aliados pero éste no estuvo de acuerdo, y hablándole a Arthas a través de la Agonía de Escarcha, Arthas mató violentamente a Mal'Ganis.

Después, Arthas se desvió del rumbo en los páramos congelados de Rasganorte. Atormentado por la mandante voz de la Agonía de Escarcha, cayó bajo la influencia del Rey Exánime. Conducido por la oscura voluntad de la espada, Arthas regresó a su casa para ser acogido como un héroe. A pesar de las recientes cuestionadas decisiones de Arthas, el Rey le dio la bienvenida a su hijo con los brazos abiertos.

Arthas mató a su padre y lideró a la Plaga a arrasar Lordaeron. Entonces él recuperó los restos de Kel'Thuzad y los llevó a Quel'Thalas, reino de los Altos Elfos. Los elfos impusieron una valiente batalla, pero fueron derrotados. Arthas venció a la General Forestal Sylvanas Brisaveloz y, a cambio de su desafío, convirtió su espíritu en un alma en pena. Como una de los no-muertos, Sylvanas fue sometida por la voluntad del Rey Exánime. Con su involuntaria asistencia, la Plaga capturó el Pozo del Sol, la fuente de poder arcana de los elfos.

Usando la magia del Pozo del Sol, Arthas convirtió a Kel'Thuzad en un Exánime. El gran demonio Archimonde ordenó a Arthas y a su nueva alianza que recuperen un libro de hechizos: el Libro de Medivh. La Plaga invadió la ciudad-estado de Dalaran, donde los magos protegían el Libro de Medivh. Finalmente, Dalaran fue invadida, y Kel'Thuzad usó el Libro para invocar a Archimonde dentro del mundo de Azeroth.

Mientras las fuerzas de Archimonde comenzaron su invasión en Azeroth, Arthas persuadió al cazador de demonios Illidan Tempestira para desestabilizar los planes de Archimonde robándole un artefacto mágico poderoso, la Calabera de Gul'dan. El robo de Illidan silenció la derrota de Archimonde en Azeroth. Pero la victoria fue breve, el Rey Exánime demandó que Arthas volviera a Rasganorte. Allí Arthas fue atacado por Altos Elfos supervivientes (ya llamados Elfos de Sangre) del ataque de la Plaga sobre Quel'Thalas. Ahora los aliados de Illidan planeaban atacar al Rey Exánime.

Nerubianos no-muertos, liderados por el Señor de la Cripta Anub'arak, ayudaron a Arthas a vencer a los elfos, pero la mayor parte de la armada de Illidan ya estaba marchando hacia el Glaciar de la Corona de Hielo, donde yacía el Rey Exánime. Arthas temía no alcanzar al Rey a tiempo. Así, él y Anub'arak tomaron un atajo a través de un reino subterráneo antiguo de Azjol-Nerub.

El atajo dió sus frutos y Arthas interceptó a Illidan en la entrada del Glaciar de la Corona de Hielo. Después de vencer a Illidan en un combate mano a mano, Arthas le advirtió que se alejara de Azeroth y nunca volviera. Entrando a la Ciudadela de la Corona de Hielo, Arthas se fusionó con el Rey Exánime, sus espíritus y poderes se transformaron en uno solo. Un nuevo Rey Exánime ascendió al Trono Congelado.

Por cinco años el Rey Exánime soñó y esperó. Ahora él se ha despertado, y su furia buscará por todos los sitios a los vivos en la faz de Azeroth.

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